Elucubraciones rupestres de un suicida frustrado en el intento;
un derrotero derrotado por las huellas de sus manos.
By: Altamira
domingo, 20 de mayo de 2007
escasamente
soy el único que me autoriza a ser un mediocre, el resto solo exige de mi la excelencia. Trataré de escribir para el resto aunque siga siendo el primero y el único en leerme
Hubo sangre en sus manos y sus palmas se apoyaron en la escarpada piedra de la cueva Dicen que fue el alfa y el alba de la palabra escrita ( Jamas lo supo) tal vez ese bermellon fuera un sordo grito de socorro, un gesto de dolor, la impronta de un bisonte, su verdugo. Dicen que ya entonces era el Arte. Digo que ya entonces fue la muerte.
Este blog se honra en participar en el staff de la revista Kala Editorial
Gracias
Este Blog se honra en recibir estos premios
Gracias por esta distinción
Premio Honor 2008 "Poetas Del Corazon"
Gracias por distinguir este blog
Premio Poesía Surealista
Gracias tierra de poetas por esta distinción
Horacio Fioriello es Altamira, un Juan de los Palotes
Escribidor sin aspiraciones de candidatearse a ningún cargo eclesiástico. Un Lobo aullando en medio de la niebla varado sobre la autopista Buenos Aires - La Plata
algo sobre mi:
Busque la felicidad tratando de llegar a lo mas alto, me dio vértigo. Entonces, comprendí que era más feliz debajo de mis pies. Así que busque desesperadamente cavar una fosa siete metros por debajo de mí mismo; no pude enterrarme vivo... Entonces, maté mis ilusiones, mis sueños, mis utopías, mi credulidad; no pude matar mi apetito... Traté de suicidar mi cuerpo en los abusos, en los excesos, saboteando mi organismo con toda sustancia que me fuera nociva; no tuve coraje para una sobredosis... Entendí que luchaba contra fuerzas invisibles, contra una energía que se oponía a mis logros, una voluntad superior a la mía que no me permitía tener éxito en mi ansiado propósito de fracasar; la pulsión de vida era más fuerte... Redireccioné mi objetivo: me propuse a fuerza de no poder destruir mi vida por completo, ganarle en el día a día, una batalla a la muerte... Estoy en eso, hoy es otro día, veremos este hoy como termina...
soy el único que me autoriza a ser un mediocre, el resto sólo exige de mí la excelencia.
Trataré de escribir para el resto aunque siga siendo el primero y el único en leerme.
1 comentario:
Horacio:
Es imposible no comentar, ese provocador "escasamente" del que hablas, tú tienes excelencia a pesar de tí mismo.
María Inés
Publicar un comentario