
nuestra costumbre de edificar idolos de cristal tiene por riezgo pretenderlos inmortales;la decepción es el verdugo que los decapita.
Elucubraciones rupestres de un suicida frustrado en el intento; un derrotero derrotado por las huellas de sus manos. By: Altamira
4 comentarios:
Si son ídolos de cristal, creo que serán frágiles... y pueden quebrarse con facilidad.
Un saludo, Juan
Comparto la opinión de valeria, tan frágil me resulta la palabra idolatrar como la de cristal...somos creadores y verdugos de nuestros sueños...
Buena reflexión. Un abrazo
todo es decepcionante, hasta lo sublime, besos
me deslicé a visitarte y entré por la puerta que no era pero el descubrimiento valió la pena; me encantó lo que dices en la columna lateral y lo que se lee en la portada...seguiré caminando por los pasillos.
Y sí, no sólo los porteños (aunque son los mejores en eso) crean ídolos que luego se rompen en mil pedazos; en todos estos paisitos hay la costumbre de elevar a categoría de casi dioses a los que después aportan con leña al fuego del infierno
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